El obispo bendijo la cruz del vía crucis submarino y participó del “24 horas para el Señor”
Presidida por monseñor Antonio Marino, se realizó ayer viernes 13 por la tarde una misa en la que participaron los integrantes de la Escuela de Buceo de Mar del Plata que se integrarán al Vía Crucis Submarino que se desarrollará en Puerto Madryn, el próximo Viernes Santo, 3 de abril. Al costado del altar, se ubicó la cruz de unos cuatro metros de alto, que se constituirá en la principal del acto religioso y fue donada por la mencionada escuela local. No sólo realizarán esta ofrenda, sino que un grupo de 45 buzos locales participarán de la original iniciativa. El obispo también rezó y dio gracias por los dos años de la elección del papa Francisco.
Luego de las lecturas y del evangelio, el obispo reflexionó en su homilía “estos textos y otros que escuchamos a lo largo de la Cuaresma, nos dan el sentido de este tiempo: de conversión, de volver a Dios, de reconocer nuestras desviaciones del camino recto. Volver a un Dios que nos espera, no para castigarnos sino para poder llenarnos de su paz. Es en la oración donde el hombre vuelve a encontrar su centro, el sentido de su vida, allí siente que sale de la muerte espiritual y se llena de vida”.
“En esta santa misa recordamos lo que aconteció hace dos años: la elección del santo Padre Francisco. Es deber nuestro y de toda la Iglesia orar por él, y lo hacemos todos juntos en esta celebración. Además después de la misa prolongaremos la oración, según el deseo del Santo Padre, de las “24 horas para el señor” como en todas las catedrales del mundo”, señaló monseñor Marino.
Finalmente expresó, “como lo ha mencionado el párroco al comienzo, bendeciremos esta cruz que será llevada por la Escuela de Buceo hasta Puerto Madryn. Es un hermoso gesto, no sólo bendeciremos la cruz, sino también a todos los que han traído y que se encargarán de llevarla. Sabemos que el deporte es una actividad muy noble y encierra muchos valores, y el buceo no es sólo deporte sino también trae distintas utilidades para la sociedad. Entonces mi bendición cordial para todos ellos”.
Luego de la distribución de la comunión, el obispo se acercó hasta la enorme cruz, realizó una oración y la roció con agua bendita. También hizo lo mismo con los integrantes de la Escuela de Buceo, quienes luego tomaron la cruz, y salieron en procesión hasta la puerta del templo. Allí los esperaba la banda del GADA 601 y una multitud de gente que disfrutó de la música.
“Con más presencia hasta la una de la mañana, muchas personas se fueron acercando a confesarse y a adorar al Santísimo Sacramento. Luego en la madrugada, hubo menos gente, pero gracias a Dios siempre había movimiento”, manifestó el presbítero Gabriel Mestre, párroco de la Catedral y vicario de la diócesis. “Realmente es una propuesta muy linda y que se va consolidando, los fieles participan con mucha alegría y las pastorales, grupos y movimientos se suman cada uno desde su espiritualidad a formar parte”, detalló el sacerdote.
Animaron la jornada con cantos y reflexiones: el Secretariado de Cursillos de Cristiandad, los jóvenes y la coordinación de la Renovación Carismática, la pastoral juvenil y el movimiento juvenil diocesano, los jóvenes del movimiento apostólico de Shöenstatt, los jóvenes de Acción Católica, la pastoral universitaria, la pastoral de misiones, Cáritas diocesana, pastoral vocacional y el secretariado diocesano de catequesis.
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