Querido Catequista, si te sientes desolado, abatido, que tus fuerzas han flaqueado, no te entregues, reflexiona este pasaje de 1 de Reyes 19,4-9 "El viaje de Elías al monte Horeb y el encuentro con Dios " y hallarás la respuesta. Dios siempre está presente.
4 ... caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: «¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!».
5 Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come!».
6 El miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo.
7 Pero el Angel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!».
8 Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb.
9 Allí, entró en la gruta y pasó la noche. Entonces le fue dirigida la palabra del Señor.
9 Allí, entró en la gruta y pasó la noche. Entonces le fue dirigida la palabra del Señor.
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